lunes, enero 25, 2010

Calendario de Helguera - Segunda parte

Buena vendimia

Estas ilustraciones de Helguera no sólo son un trabajo artístico digno de colección o en servicio de una empresa vitivinícola; son mucho más que arte y que publicidad. Son parte de la memoria de muchas generaciones que las vimos adornando los lugares más disímbolos de la ciudad y del país. De tal suerte que Helguera, como Jorge González Camarena y su ilustración de La Patria, en los libros de texto gratuitos, es nuestra referencia de una historia familiar, de las fotos del primer cumpleaños, de las primeras amistades, del amor al terruño.


Celebrando la cosecha

Estas ilustraciones son temas esencialmente hispánicos es verdad. La cultura del vino, las alusiones a la religión y las misiones, sin olvidar a los hacendados y las conexiones que pueden hacerse con la Colonia. Pero ya hemos visto en la primera parte que la obra de Helguera también aborda temas prehispánicos. De cualquier modo, nada de esto niega la complejidad del carácter nacional, que no se agota en lo criollo, pero tampoco en el Valle del Anáhuac, que más bien lo extiende hacia la Sierra Rarámuri, la Meseta Purépecha, o hacia el Totonacapan y el Mayab; o, en este caso, hasta la Baja California.


Inicia la diversión

Por encima de la publicidad, lo que más destaca del trabajo de Helguera es la picardía de las ilustraciones, y es en los niños representados donde más se manifiesta la época y el humor nacional. La arquitectura colonial y la cultura del vino se funden con la religión y la irreverencia infantil para darnos escenas que parecen sacadas de las mejores obras de la cinematografía mundial. No son encuadres fotográficos, o de profundas perspectivas. Más bien son primeros planos donde el detalle es lo que cuenta y el movimiento se logra mediante efectos diagonales.


Traviesos monaguillos

Hemos hecho esta presentación en blanco y negro para enfatizar los aspectos mencionados, pero en la técnica clásica de Helguera el color adquiere suma importancia. Dado que el tema comercial de Helguera es el vino y la uva, elementos de pequeñas dimensiones, el pintor se concentra en la camaradería de los padres y los propietarios, así como en la salud que rebozan los niños representados. Las figuras humanas son blancas u oscuras y el fondo terroso, lo que le permite introducir los colores reales del vino y la uva, que se repiten como racimos o toneles sin que se pierdan en el conjunto.


Imágenes: Galería de Jesús Helguera 2009. Calendarios Landin

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